Devocional 5: Sábado 5 de septiembre

NECESIDAD DE LA LUZ EN EL DESORDEN.

“Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. 3 Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz. 4 Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas. Génesis 1:2-4 (RVR1960)

Dios siempre se mueve en todo Caos. En el principio podemos ver que la primer orden que El dio fue que se hiciera la luz en medio de todo el desorden, y en este tiempo eso es lo que el Señor quiere hacer en nuestras vidas. Este tiempo ha sido difícil para muchos creyentes. Cuando estaba la cuarentena, no teníamos opción de salir o distraernos con el afán de la vida. Y estando en esa situación, no quedaba otra cosa que enfrentarnos a nosotros mismos.

OBJETIVO GENERAL:

Comprender que sólo el poder de la palabra de Dios nos da la autoridad para ordenar nuestra vida; y en medio del caos que estamos viviendo podemos declarar una palabra que de luz en medio de cualquier circunstancia negativa. 

Tal vez algunos que no siempre orában, por temor comenzaron a orar y a hablar con el Padre. Y en ese tiempo de oración, de estar encerrados, nos dimos cuenta que habían areas en nuestras vidas que estaban en Caos, (desorden); cosas que no queríamos entregar, hábitos o actitudes que estaban ocultos y no teníamos el valor de enfrentar. Creo que este tiempo ha sido un proceso de desierto para muchos, y nos hemos sentido como si no hubiera un fin para este proceso; esto causa que no querramos pasar por nuestro desierto y regresemos a nuestro desorden (caos).

 Dios quiere prepararte para poder usarte como un instrumento poderoso en estos tiempos, y El es el único que puede hacer luz en la oscuridad.  Toda la tierra está en caos, y nosotros somos los escogidos para dar a luz las verdades de Dios. Tal vez no sea el tiempo más agradable de tu vida, pero hay un propósito en todo este proceso. Y quiero animarte para poder seguir avanzando en medio del caos.

1. El desierto es necesario para dar alumbramiento a tu llamado

Nuestro Señor nos dio testimonio de esto. El mismo, después de ser bautizado, tuvo que pasar su proceso por el desierto para iniciar por completo su ministerio. Es en el desierto donde el Espíritu Santo te empodera y te da nueva autoridad.

“Jesús regresó a Galilea en el poder del Espíritu, y se extendió su fama por toda aquella región. Enseñaba en las sinagogas, y todos lo admiraban. Fue a Nazaret, donde se había criado, y un sábado entró en la sinagoga, como era su costumbre. Se levantó para hacer la lectura, y le entregaron el libro del profeta Isaías. Al desenrollarlo, encontró el lugar donde está escrito: «El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los pobres”. Lucas 4:14-19

2. Ningún obstáculo impide que la luz entre a nuestras vidas

“Mira, las tinieblas cubren la tierra, y una densa oscuridad se cierne sobre los pueblos. Pero la aurora del Señor brillará sobre ti; ¡sobre ti se manifestará su gloria!” Isaías 60:2

No importa cuán densa la oscuridad pueda ser, la luz del Señor siempre llegará a tu vida. El enemigo quiere que tu vida quede en caos para quedar confundido y derrotado. ¡Pero cuando la luz de nuestro Señor resplandece sobre nosotros, nos levantaremos entre los muertos! Tenemos que entender que este es el tiempo para alumbrar en la oscuridad, porque el Señor también quiere usarte como instrumento para levantar a los muertos. 

3. Tienes que alumbrar con la luz de Cristo para demostrar sus buenas obras.

“Pero ustedes no son así porque son un pueblo elegido. Son sacerdotes del Rey, una nación santa, posesión exclusiva de Dios. Por eso pueden mostrar a otros la bondad de Dios, pues él los ha llamado a salir de la oscuridad y entrar en su luz maravillosa. 1 Pedro 2:9

¡Siempre recuerda el propósito por el cual el Señor te sacó del caos! Naciste en el tiempo perfecto para ser elegido como luz en medio de toda oscuridad presente en la tierra. Todo lo que hacemos es para la gloria de nuestro Señor, para demostrar que en su palabra hay respuesta a nuestro desorden, que no hay que poner la confianza en el hombre, sino en el Señor, quien es la única respuesta.