Eres un instrumento de visitación; Dios visita para hacer algo nuevo.
Una semilla se convierte en una fiesta.
Visitó Jehová a Sara, como había dicho, e hizo Jehová con Sara como había hablado.
Y Sara concibió y dio a Abraham un hijo en su vejez, en el tiempo que Dios le había dicho.
Y llamó Abraham el nombre de su hijo que le nació, que le dio a luz Sara, Isaac. Y circuncidó Abraham a su hijo Isaac de ocho días, como Dios le había mandado. Y era Abraham de cien años cuando nació Isaac su hijo. Entonces dijo Sara: Dios me ha hecho reír, y cualquiera que lo oyere, se reirá conmigo. Y añadió: ¿Quién dijera a Abraham que Sara habría de dar de mamar a hijos? Pues le he dado un hijo en su vejez. Y creció el niño, y fue destetado; e hizo Abraham gran banquete el día que fue destetado Isaac.
Génesis 21:1-8
Eres un instrumento de visitación; Dios visita para hacer algo nuevo.
Una semilla se convierte en una fiesta.
Salmo 8:3 “Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, La luna y las estrellas que tú formaste”
Cuando Dios te visita no solo cumple lo que ya ha prometido, sino que te exalta, te levanta, te da honra. Él corona a los que ha visitado y les da autoridad sobre lo que ha creado.
Habacuc 2:3 “Aunque la visión tardará aún por un tiempo, más se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará”.
Lo que ya ha sido prometido se cumplirá, se aceleran los tiempos. La palabra profética ya fue lanzada. Lo que iba a tardar, ya no tarda. Si tú esperas, no tarda; si te vas, tarda más.
Espera, porque lo que Dios te dijo se va a cumplir, no tiene fecha de vencimiento, confía. Aunque tardare, espéralo porque no va a tardar más; en Dios hay situaciones en las que Él te hace esperar.
Salmo 40:1 Pacientemente esperé a Jehová, Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor.
Salmo 40:13b Jehová, apresúrate a socorrerme.
Todo lo que estaba destinado a tardar se apresura cuando tú aprendes a esperar y a confiar en Dios. ¡No tienes que forzar nada!
Hay oraciones que Dios escucha y el enemigo también. Pueden venir bendiciones disfrazadas.
El enemigo puede confundirte. Ten cuidado con las cosas rápidas porque así como llegan rápido, también se van rápido.
Va a tardar pero porque esperas no va a tardar; pronto verás la respuesta de tus oraciones.
Lo que es de Dios no te lo roba nadie. Dios no rompe sus principios.
Hay gente que hace lo que se le antoja, pero en algún momento Dios estira la soga y comienza a tropezar.
1 Crónicas 13:1-14.
A veces por llegar rápido rompemos principios y por romper principios traemos la muerte.
Hay momentos que Dios permite que arregles cosas, que te pongas a cuenta.
A veces vemos problemas de forma insólita, sin explicación. Es Dios llamándote la atención, estate apercibido, atento.
Cuando tropieces estás haciendo algo equivocado.
Los hombres que murieron al tocar el arca no la honraron por eso David pidió que se llevara a la casa de Obed Edom.
La presencia de Dios para unos produce muerte y para otros produce vida. Hay que cuidar la presencia de Dios. No debemos deshonrar la presencia de Dios. Enseñe a sus hijos a honrar, amar la presencia de Dios. Cuando nosotros enseñamos a honrar y amar lo que Dios ama, nuestros hijos lo harán y la bendición estará en casa. Ellos sabrán honrar la presencia de Dios.
Tu techo es el primer nivel para que tus hijos sigan creciendo.
Jueces 4:7-9; 17
Débora significa abeja.
Barac era un hombre a cargo de un área importante, pero tenía miedo.
Por la palabra del Señor la victoria vendría de manos de una mujer, por esta razón Barac pidió la compañía de Débora para ir a la batalla para conquistar.
Sisara era un capitán del ejército enemigo que al ver que están siendo vencidos escapa y llega a casa de Jael. Sisara tenía un pacto de paz con Heber, el esposo de Jael, pero ella no lo sabía. Jael lo recibe, le da a beber leche, lo deja dormir y calladamente cuando estaba acostado le clavó una estaca en las sienes.
1. Débora había lanzado la palabra. Tienes que sentenciar por medio de quien vendrá la victoria y por dónde vendrá la Victoria.
2. Hay gente que solo sabe pelear cuando está arriba, cuando todo va bien, pero un creyente no importa donde esté, pelea. En medio del problema Dios te dará la victoria.
3. Hazle saber al enemigo que no es bienvenido en casa, el pacto lo pudo haber hecho con algún miembro de tu familia, no contigo.
La mujer le hizo creer que todo estaba bien, tiene que ser estratégica para obtener la victoria. Mientras el enemigo duerme tú buscas, tú oras. Al usar la estaca la mujer tipificaba como la mujer tiene que vencer sus batallas sobre sus rodillas, orando, intercediendo.
- El mazo que levantó Jael para clavarle la estaca al enemigo, es la palabra de Dios que es como martillo.
- La estaca representa tus rodillas, tus oraciones.
Para vencer al enemigo necesitas ambas, la oración y la Palabra.
Así se cumplió la profecía que vino a través de Débora, de que la victoria iba a venir por manos de una mujer, ya que Sisara era la cabeza del ejército, el capitán.
¡La palabra profética no cambia. Levántate, pelea por tu hogar!